Qué es y cómo funciona una fosa séptica

Qué es una fosa séptica

En este artículo del blog detallaremos en profundidad las características y mantenimiento de una fosa séptica, también llamada tanque séptico, es fundamentalmente un contenedor para las descargas de aguas residuales domiciliarias en lugares en los que no se cuenta con la posibilidad de conexión con un sistema de drenaje.  El efluente de la fosa se envía al subsuelo a través de un sistema de absorción. Existen de diversas configuraciones y materiales según las condiciones y el lugar.

Partes de una fosa séptica

Una fosa séptica tiene que constar de ciertos elementos comunes en todas las instalaciones que resultan indispensables para su correcto funcionamiento. Estas partes son las siguientes:

  • La salida de líquido: como su nombre lo indica este elemento es el que permite la salida de los líquidos. Debe estar diseñado para prevenir la salida de los flotantes y remover lo mínimo posible las agua negras que ya se encuentran en el interior de la fosa séptica.
  • El acceso: es importante que la fosa séptica cuente con una forma de acceso y que esta permita la recolección de los lodos digeridos, ya que es fundamental retirar los mismos periódicamente, así como acceso para realizar la inspección de la misma siempre que sea necesario.
  • La entrada de las aguas residuales: básicamente esta parte es por donde las aguas residuales llegan a la zona del tratamiento en sí. Esta entrada debe permitir el flujo adecuado,  reducir las oscilaciones y también los  movimientos provocados por el flujo de entrada.
  • La cámara: es donde se realiza la separación de sólidos por decantación y la digestión de estos por medio de los microorganismos que allí existen, puede tratarse de una caḿara individual o tener varios compartimientos. Es una parte crucial de la fosa séptica.
  • El tubo de ventilación: este tubo permite el escape de los gases producidos por la digestión de los materiales orgánicos por los microorganismos. Es recomendable tener tubo de ventilación aunque lo cierto es que puede funcionar sin este, pese a ello la acumulación de gases, incluidos algunos explosivos como el metano, puede ser un importante inconveniente en el momento de realizar una inspección o cualquier otra actividad. Por ello es altamente recomendable contar con un tubo de ventilación instalado. 

¿Qué tipos hay?

Las fosas sépticas pueden ser de una, dos o tres cámaras o compartimentos y la mejor eficiencia se obtiene con una fosa de tres cámaras o compartimentos, a cambio, como ocurre habitualmente, el costo final es mayor.

En una fosa séptica de una sola cámara existe la desventaja de que la descomposición de los lodos genera gases que pueden suspender los lodos y salir con el efluente.  En cambio, cuando se cuenta con una segunda cámara estos lodos son retenidos en esta otra y es más complicado que escapen. Además, en este caso continúa la sedimentación de las partículas suspendidas, por lo que la calidad de salida será mejor. 

El uso de una tercera cámara puede ser muy funcional y de gran utilidad para continuar la sedimentación e incluso se pueden canalizar las aguas grises a esta cámara. Este tercer elemento puede tener algún filtro o mamparas para mejorar la remoción de partículas en suspensión. El uso de una cámara adicional no tiene un beneficio práctico por lo que no se utiliza y no se aconseja.

Es posible que se encuentren fosas sépticas fabricadas en materiales, como fibra de vidrio, cemento y algunos plásticos. En la mayoría de los casos son prefabricadas, de esta forma se reduce el tiempo de instalación, y posiblemente el costo total de la incorporación de una fosa séptica.

El funcionamiento de una fosa séptica

El principio de funcionamiento de una fosa séptica consiste en la separación de los sólidos de las aguas residuales mediante la gravedad o mediante la sedimentación.  Una vez realizado esto, los componentes sólidos se asientan en el fondo de la fosa y comienzan a ser digeridos por las bacterias que allí se encuentran que convierten los productos contaminantes en productos inertes.

Las fosas sépticas se construyen generalmente como el tratamiento primario de las aguas residuales, es decir, la remoción de sólidos orgánicos, los cuales se miden en Demanda Biológica de Oxigeno (DBO5) y los Sólidos Suspendidos Totales (SST). Este es al fin y al cabo un tratamiento primario, por tanto la eficiencia que se espera de él es de una reducción de 30 al 40 % de DBO y un 50 – 60% de SST y no un resultado completamente definitivo en el proceso global al que se verá sometido.  Es decir, el agua todavía contiene materia orgánica disuelta y otro tipo de residuos, por lo que es necesario someterlo a un tratamiento complementario antes de su disposición final por seguridad.

El tratamiento que ofrece la fosa séptica para las aguas residuales se basa en la oxidación de la materia orgánica por la acción bacteriana de las capas superficiales de los suelos o lechos de grava y arena, a través de los cuales pasa el oxígeno. Generalmente se utilizan campos de oxidación pero existen otras opciones como filtros de arena y lagunas de oxidación. Existen algunas fosas sépticas que no tienen tratamiento secundario por la sofisticación y coste que implican estos procesos, y si bien, la calidad de agua de salida no está dentro de lo recomendado siempre será mejor que no tener fosa.

 

Consejos para Su buen funcionamiento

 

Es aconsejable no enviar agua de lluvia a la fosa séptica. Este tipo de agua no necesita ser tratada, y por tanto se ensuciará al entrar en contacto con el agua residual consiguiendo el efecto contrario al que se busca. De igual forma puede modificar el tiempo de retención de las aguas negras reduciendo considerablemente la eficiencia del sistema.

Se debe colocar preferiblemente una  trampa de grasas antes de la fosa séptica,  si el agua residual contiene un alto índice de grasa (> 150 mg/l)  la trampa parará a ser obligatoria.

El dimensionamiento adecuado de la fosa séptica resulta crucial, ya que el tiempo estimado de retención de las aguas residuales dentro de la fosa es de 24 a 48 horas, y los lodos deberán permanecer dos o tres años en el interior de la misma, para garantizar su digestión.  Es decir, si las dimensiones no son las adecuadas el agua no estará el tiempo suficiente en la fosa y no tendrá el desempeño de los protocolos adecuado, de igual forma se llenará muy rápido de lodo.

Cuando se retiren los lodos, se debe dejar alrededor de un 10 % de los lodos restantes, ya que estos servirán como semilla de las bacterias necesarias para la digestión de los residuos. No se aconseja utilizar ningún químico de limpieza, puesto que este matará a las bacterias.

No se debe construir la fosa séptica cerca de un árbol, las raíces pueden romper la paredes de la misma.

Las fosas sépticas están diseñadas para trabajar sin el uso de químicos o aditivos, no se aconseja agregar ningún producto sin haberlo consultado con un experto. 

Se debe revisar la impermeabilidad de la fosa séptica al menos una vez al año.  Será necesario retirar las natas de la parte superior, marcar el nivel de agua, bloquear la entrada de agua a la fosa y dejar pasar un total de unas cuatro horas para finalmente observar el nivel de agua y si hay algún cambio, se determinará que la impermeabilidad no es correcta.

 

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